Este proyecto paisajístico acompaña a una vivienda de nueva construcción en el barrio de La Plana, con un diseño que busca la integración natural entre la casa y su entorno exterior.

El elemento más destacado es la escalera construida con traviesas restauradas, que conecta el jardín delantero con el trasero, resolviendo el desnivel del terreno y aportando un carácter rústico y auténtico al conjunto. Las traviesas, recuperadas y tratadas, aportan textura y calidez, estableciendo un contraste armónico con la arquitectura moderna de la vivienda.

El jardín se compone de zonas diferenciadas: una entrada con vegetación autóctona de bajo mantenimiento, y un espacio trasero más amplio, pensado para el ocio, la sombra y pequeños cultivos. Todo el diseño se basa en principios sostenibles, utilizando materiales recuperados y especies adaptadas al clima mediterráneo.

Una intervención discreta y respetuosa que enriquece el nuevo hogar con naturaleza, funcionalidad y coherencia estética.